Por: Mario Luis Pennella
En la Argentina pareciera que políticamente retrocedierámos, proporcionalmente a los avances tecnológicos del presente, ya que estos no se concentran también en el mejoramiento de la justicia social.
Si bien la tecnología trajo como consecuencia la disminución en la mano de obra, en otros países por el contrario, concentraron con inversiones la apertura de nuevas industrias, las cuales movilizaron nuevamente a los tabajadores y a especializarse consecuentemente, pero lo más deseado fué que esta modernidad, también les trajo mas ganancias y el mejoramiento de los salarios, los cuales les permitieron la posibilidad, hacia una convivencia equitativa con aquellos iguales, y este factor consolidó la justicia social de los desiguales.
Por el contrario en la Argentina, el comportamiento fué aportado por una política neoliberal maligna, cuyo objetivo estuvo concentrado en la corrupción, por ende las inversiones fueron de aquellos grupos golondrinas, que desviertuaron totalmente el objetivo tecnológico y se valieron del negocio rápido y sucio para la obtención de sus ganancias en detrimento de la nación, lo cual trajo como consecuencia mas desocupación y pobreza.
Es realmente inadmisible que todavía se sigan generando episodios de un pasado, en que nos muestra en la soberbia política lo retrógada de esta, cuando las posibilidad del momento amerita la inteligencia para ver el futuro, con mucha más predisposición y seguridad de logro, ya que la macroeconomía nos permitiría el ingreso cierto a la fuentes tecnológicas deseadas, y la apertura a fuentes de trabajo del futuro.
Es también cierto y nos causa estupor, ver que todavía existen muchos políticos que siguen asentados en ese pasado, y siguen esgrimiendo la estrategia nefasta, en mantener aislados de educación a una población, que en su ignorancia son rehenes del clientelismo político, para beneficio de estos eternos vividores de la misma.
Los sindicalistas han producido también el gran daño, ya que enquistados con grupos de individuos que los secundan con fuerzas de choques violentas, atemorizan, compran y planean los fraudes para seguir ganando elecciones, vemos que muchos gremios en que estos individuos están desde muchísimo tiempo el progreso no fueron a saber del bienestar de los trabajadores que representan, sino del suyo propio y sus seguidores.
Es intolerable ya que subsistan estos después de muchos años en funciones, se debe reglamentar para ellos también y es más en todos los órdenes, que los períodos de mandatos no deben superar los años de tolerancia relativos, los cuales no deben ahondar en constituírse en dictaduras o en castas hegemónicas como hoy se ven lamentablemente.
Esto vale también para aquellos políticos que hoy son intendentes de pueblos o ciudades, que se eternizan en el poder y que constituyen una realidad corruptiva.
Todos estos argumentos son totalmente ciertos en el retrocreso del progreso y el bienestar general de la población, por ende se necesita de una principio altruísta de la política, para que se madure en un accionar hacia esas correcciones, lo que permitirá logros de un futuro mejor, y el aprovechamiento de factores que posibiliten la intención de inversores, los cuales ajustados a contrataciones bien concebidas y en defensa incuestionable de los derechos de la nación, el país avance hacia ese camino de consolidación de una democracia justa y equitativa para todos aquellos, que hoy soportan los malos ejemplos de la política retrógada e indiferente de la justicia social que se anhela y debe concebirse, para derrumbar de una vez por todas la indignidad en que viven los desiguales.
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