Por: Mario Luis Pennella
El efecto dominó del fracaso contundente del gobernador Rovira, en la provincia de Misiones, promovió la disuación de dos gobernadores que tenían aquella ambición releccionista, el de Formosa y el de la provincia de Buenos Aires, este último renunciante en el día de la fecha.
Pero luego del silencio cómplice del gobierno, que no tiene disculpas de su participación, aprobando y apoyando la reelección del gobernador misionero, hoy el Jefe de Gabinete Fernandez, nos dice que era un criterio del gobierno, el no alentar justamente la reelección indefinida, cuando no solo la alentó el señor Presidente con su discurso en la misma provincia de Misiones, sino que este mismo la promulgó en su provincia Santa Cruz, cuando era gobernador de la misma.(y sigue presente).
Deben tener mas cuidado los políticos en la Argentina, ya que cada vez se denigra más la política como ejercicio democrático, la constante falacia en que acostumbran, para descalificar y aún para negar sus errores, en cambio de reconocerlos y hacer la consabida autocrítica, son procedimientos de soberbia irresponsable a la sociedad, donde los argumentos que esgrimen para justificarse de sus acciones antidemocráticas, parecieran que fueran dirigidas a ignorantes y no a un sufriente pueblo, el cual no regala su libertad por las dádivas y mucho menos vende su dignidad.
La Argentina sigue retrocendiendo en los puestos de corrupción política, ya que se encuentra en un vergonzoso puesto 93 en el mundo.
A esta altura de las circunstancias se deben medir con honestidad las proyecciones políticas que emanan del gobierno, sin promesas que luego no se cumplen, como tampoco seguir siendo falaces a la hora de los discursos, o a las notas periodísticas, puesto que luego cuando se les reclama, proceden con la deshonestidad de negar lo que prometieron y no hicieron.
El pueblo argentino a aprendido a conocer las mentiras políticas a través del advenimiento de la democracia en 1983; pero si bien es este el estado de derecho, el que admite sin miramientos, es también sabido que ha comprendido, cual es la verdad política que quiere y por el contrario aquella que no concibe bajo ninguna circunstancia.
Las mentiras han llegado al grado de la incredibilidad en los hombres de la política, ya que una mayoría que vienen actuando desde hace ya tiempo, han mostrado el grado de no creíbles en grado sumo, por cuanto muestran a las claras, su inacción, su desidia y lo peor aún, que solo están por la conveniencia de favorecer a sus familias ; amigos y por el poder.
Las próximas elecciones presidenciales, quizá muestren el criterio de un pueblo con mucha más reflexión para emitir su voto, y marcará un rumbo distinto, ya que los políticos tendrán que mostrarse no solo más idóneos, sino por sobre todo más honestos y responsables, a los efectos de enfrentar los grandes males que persisten sin solución, como son la inseguridad, la pobreza, la educación, la salud etc.
El efecto dominó que produjo el rotundo no a la reelección indefinida del gobernador de Misiones Carlos Rovira, demuestra el no a la hegemonía y también el no a la irónica y desagradable posición de miembros del gobierno, en tratar de minimizar y mentir con respecto del apoyo que le dió el gobienro justamente al gobernador misionero en su propia provincia, además de ignorar la posición de la Iglesia en momentos que el país era gobernado por la dictadura militar.
Debemos retemplar el ejercicio de la democracia, pero esta siempre al lado de la Constitución Nacional y sus leyes, para que sigamos siendo republicanos con mayúscula.
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