Por: Mario Luis Pennella
Las elecciones en la provincia de Misiones, evidenciaron cosas transcendentes de la democracia.
La población de Misiones ha dado una muestra de que no siempre el poder por el poder, puede doblegar a los desposeídos, aún en las miserias más dolorosas a que someten los oprobiosos a sus pueblos. Ni el fraude les sirvió para su objetivo, pero sí para demostrar como funciona el poder de los corruptos, a través de las dádivas, del clientelismo, etc. y de poner en marcha todo el arsenal de poder en favor de lo que este gobernador quería, para seguir doblegando las voluntades de quienes son gobernados de promesas incumplidas y de una constante falacia discursiva.
El señor presidente de la Nación, ha cometido un imperdonable error político, alentando a este pretendido político misionero y mucho peor apoyando sus propósitos antidemocráticos.
Es esta una demostración de una provincia la cual es pobre por haberla empobrecido y no por su caudal de riquezas, las cuales son explotadas por extraños y no por quienes deberían tener el provecho de políticas que alienten el desarrolo industrial, para que los misioneros vivan con mucho más dignidad y bieneestar, pero lamentablemente, quienes han hecho de la política un medio, no ven los verdaderos objetivos, que engrandecerían no solo a la provincia, sino a su propio respeto patriótico de político, y van más allá de sus caprichos, llevados a imaginaciones de poder por el poder mismo, lo cual lo llevan a esto, su propia degradación política.
Es Misiones a igual que toda nuestra Nación Argentina, un rico y beneficioso país en el mundo de hoy, solo le falta el ver en esta globilización el obejtivo sincero de defenderla para el futuro, con el sano provecho que puede significar políticas dedicadas a una economía de engrandecimiento, instaladas en la inversión que lleve a fuentes de trabajos dignos para los argentinos, sin miserias de grandezas grandielocuentes, que sirven para los discursos de barricadas y el continuismo de viejas mañas políticas, que prometen el oro y el moro y no cumplen.
Misiones ha dado una clara muestra de que no se tiene el poder por siempre, aunque los poderosos del poder crean que le asisten el privilegio de serlo, sino que el hombre en su condición de demócrata y sentirse libre, procede y veta a quien quiere avasallar la Constitución Nacional, la democracia y proclamarse emperador.
Hoy esta demostración de libertad, ha señalado un camino, a quienes aún no lo han comprendido así, que reflexionen, el pueblo no está dormido.
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 30 de octubre de 2006.
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