POR: MARIO LUIS PENNELLA
Las decisiones últimamente del gobierno nacional, están dando por tierra el estado de derecho, y transitando en la opresión hacia quienes considera sus enemigos políticos, o circunstanciales, por lo tanto raya cerca ya de un faccismo en acciones, que de ninguna manera contempla la democracia, por el contrario está en las antípodas de estas impropias como denigrantes cuestiones de procederes políticos que defienden también los DDHH, hermanados con el rencor del gobierno hacia una clase de individuos a quienes juzga sin píedad, con plena intolerancia de razonamiento, dejando mucho que desear en actitudes que también grupos armados ejecutaron a igual que los que juzga en crímenes de lesa humanidad, a otros en que inocentes individuos perdieron la vida a costa de ellos, haciendo de este círculo vicioso, la desunión constante entre argentinos, poniendo a la nación en una peligrosa relación democrática, crítica e intolerante, que a la postre en el futuro de seguir así, será insostenible.
La democracia es una fuente de riqueza intelectual, pero por sobre todas las cosas moral, y deberían preguntarse muchos, "¿Quién fué el primero que arrojara la primera piedra? y quien recoge el guante con la grandeza moral de la réplica, para unir y no desunir aún más, los enfrentamientos, en penosas y hasta arcaicas ideas filosóficas, hoy obsoletas, en la voluntad soberana del pueblo argentino, el cual demanda; trabajo, salud, educación, seguridad, justicia social olvidada en los años de democracia, en estas reyertas y acusaciones mutuas de la política en que el retroceso sistemático y constante nos ha llevado a este nivel de esta triste realidad argentina.
El tiempo es corto, para llevarnos nuevamente a un cambio o a un seguimiento político, el cual redundará en esta realidad opresora de la inmensa masa de pobreza, que hoy nos castiga, además del alejamiento mas pronunciado del mundo, y en ese estado la desesperanza es la resultante.
Ya para un gobierno nuevo, este tendrá un difícil camino a recorrer, mediante no se haga algo para moralizar el sentimiento político y ponerlo al servicio de la Nación y del Pueblo Todo; quienes son los principales pacientes de esta enfermedad, llamada Política Argentina Corrupta e Inepta, volcada al enriquecimiento irrestricto en detrimento del pueblo, que cada día es mas pobre y los ricos aumentan la brecha entre ellos, extendiendo muchas veces más la riqueza de quienes quedan día a día mas pobres.
La Argentina ha tenido y tiene mucho para ganar, pero de ello solo depende una sola cosa, la misma se llama: MORAL PÓLÍTICA, sin ella no es posible hacer nada para salvar a los argentinos, hoy sumidos en esta tristísima realidad.
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 20 de marzo de 2010.
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