Por: Mario Luis Pennella
Sabemos que en la Argentina la justicia penal es muy particular, por ejemplo no tomar las mentiras de un imputado en una causa, como causal de ser sentenciado a una pena mayor, por el contrario no es tenida en cuenta en absoluto por la justicia.
En los EEUU si esta modalidad de mentir en causas penales tiene sumatoria en la sentencia del imputado. Así también podemos ver en otras justicias de distintos países, que la mentira es tenida en cuenta.
Por consiguiente como nuestro país es tan generoso judicialmente hablando, podemos blasfemar sin ser inculpados.
Es así que desde las campañas sucias que acompañan a este gobierno, las mentiras son un común denominador de sus estrategias, para deshonrar en cuanta imaginación se les ocurra, a los opositores.
Las últimas mentiras del gobierno a través de su Jefe de Gabinete acusando al Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Telerman, y la del conocido animador televisivo Tinelli, así lo indican, pero a su vez el señor Presidente de la Nación, también ha querido tomar participación en mentir, y está aduciendo que el altercado provocado frente a su casa en la Pcia. de Santa Cruz, ha sido un atentado contra él y su familia, mientras tanto los facultativos han dicho que el individuo en cuestión, que volcara un camión en las inmediaciones de su domicilio, tiene alteraciones psicológicas y es ajeno a organizaciones u otras yerbas que lo involucren criminalmente del hecho que se le acusa.
También ha sido de transcedencia en su momento las acusaciones que se le hiciera al compañero de fórmula actual de Telerman en la próximas elecciones, cuando este acompañaba a Elisa Carrió años atrás, difamando su buen nombre y honor.
Vale decir que las campañas que se avecinan presentarán una cartelera de imputaciones difamatorias, las cuales serán a partir de ahora denominadas patrañas políticas para deshonrar al opositor, y muy problable se haga un show de ellas, hasta que salten las que sean veraces y en ellas esten comprometidos los mismos hombres del gobierno, escupir hacia arriba es peligroso, ya que puedes mojarte con tu propia saliva.
El estado de la política argentina ha tomado a través de los años de democracia, puntos hasta casi abstratos al debate que debería prevalecer como orden del día de lo que van hacer los candidatos, es hasta imprescindible que la campaña se dignifique de valores intelectuales, humanos, de carácter social y plenamente de justicia social, una justicia social que espera el pueblo a pesar de las mentiras, mentiras que afectan la condición moral del individuo político.
Es necesario ser intelectual y exponer con principios altruístas, puros y sencillos de lenguajes para el entendimiento de todos los ciudadanos, y sobre todo que las mentiras jueguen la verdad de los dichos en hechos, los cuales serán la bienvenida para un despegue de paz y trabajo hacia el progreso, ese que terminará paulatinamente con la falta de dignidad del ciudadano hoy desigual, que lucha por alcanzar su cometido en esta bendita tierra, una tierra de alimentos, para que los pobres nunca sufran esa hambruna que nos averguenza.
El comienzo ha sido este eperamos que el que se aproxima más adelante para las elecciones presidenciales, tengan el eco eficaz de la paz y el emblema moral que necesita la pureza de quienes mañana tengan que trabajar en pos de una nación donde los desiguales tengan la posibilidad plena de encontrar el camino de la igualdad, esa que la llamamos justicia social.
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