Por: Mario Luis Pennella
La inseguridad sigue siendo una cuestión sin resolver, y que hoy también le toca al Poder Ejecutivo de la Pcia. de Buenos Aires, la desaparición de un testigo en el juicio del ex-comisario, por crímenes de lesa humanidad es una muestra de que en la Argentina, la inseguridad es una realidad a todas luces.
Es notorio que el juez de la causa como los funcionarios políticos del gobierno provincial, no han tomado las medidas correspondientes a salvaguardar con las custodias pertinentes, de un individuo que en el juicio en cuestión tiene una significancia apreciable, para el desarrollo del mismo.
Este hecho marca a las claras, que en la Argentina la inseguridad es ya un flagelo indisoluble y sin remedios inmediatos.
Seguimos insistiendo en que se deben tomar medidas al respecto y en lo inmediato, y vemos por el contrario que no se le adjudica la celeridad que ameritan estos desdichados hechos delictivos, lo cuales no son excusables políticamente, sino que deberían autocriticarse los improcederes de la inacción, en que están sumidos los responsables de poner coto final a tanta falta de seguridad de los ciudadanos.
El pedido de medidas al respecto es prácticamente unánime en el sentido de la población, por ende es menester arbitrar las medidas correspondientes, que tiendan de una vez a poner en el estado de derecho, a los ciudadanos con el respeto de la seguridad, el cual es un problema del Estado.
Los casos delictivos del diario devenir son cada día más signinifcativos, y siguen por dar un ejemplo, los ataques a los ancianos, los cuales vienen siendo víctimas desde un largo período de tiempo, sin que se resuelvan y quedan la más franca impunidad de estos criminales que deambulan al acecho de las víctimas más desprotegidas y mucho más débiles.
El tema es una cuestión de estado como entiendo y vengo pregonando al respecto, no da mas para seguir viendo como más inocentes ciudadanos sean la víctimas de mañana.
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 30 de setiembre de 2006.
30.9.06
21.9.06
PELIGROSO ANTISEMITISMO
Por: Mario Luis Pennella
A través de los acontecimientos provocados por la organización "Quebracho," hacia un grupo de ciudadanos judíos quienes se didrigían civilmente a una protesta, que aquellos no le permitieron, como las declaraciones del Sr. D'Elía, creo que el Ejecutivo debería tener cierto cuidado y poner coto a situaciones similares en lo inmediato, para que esto no se extienda más allá.
Las pintadas en la Facultad de Filosofía antisemitas, también son estimables de preocupación, ya que se producen en un centro de estudios universitarios, y tiene un correlato mayor en las intenciones, por ser estas de individuos pensantes, que no pesan de ignorantes sin lectura, sobre lo que significa el antisemitismo.
También el Sr. Presidente de la Nación, ha pecado sin querer creo sinceramente, al referirse a este tema, por cuanto no se debe expresar que la Argentina no es racista, ya que se trata de ciudadanos argentinos, que profesan la religión judía.
En términos generales creo que todos debemos repasar nuestra tolerancia, pero por sobre todas las cosas reflexionar con sentido común a todo lo acontencido en nuestro país, con sendos atentados producidos a la Embajada de Israel como a la A.M.I.A. obra social judía.
Aquellos intolerantes deben tener que aplicarse en un estado de derecho que ellos mismos dicen defender, pero para ello primero deben respetar al otro que no piensa igual o no predica o cree en la misma religión. o es ateo etc.
Una nación democrática y por ende que vive en un estado de derecho, debe respetar la leyes vigentes emanadas de la Constitución Nacional y aquellas que pertenecen al ámbito de la justicia, y por sobre todo la libertad de expresión sin la metodología de la violencia, sino de la palabra bien expresada en cuanto a no ofensiva hacia el otro, ya que esa es la manera correcta de avanzar hacia un futuro de paz y progreso.
La violencia de los actos a que unos tratan de someter a los otros por pensar distinto, son los actos de la mediocridad, o peor aún de aquellos que siguen viviendo en la intolerancia del razonamiento, solamente son una minoría que es repudiada por la mayoría de los ciudadanos, quienes jamás cuentan con votos, más alla de una mínima minoría, y que la democracia le permite en libertad su pensamiento, pero que deben asumir que la violencia no es de ninguna manera bienvenida en un estado de derecho, por cuanto la libertad es la democracia del pensamiento de ideas filosóficas para el bienestar del futuro de un pueblo, no del terrorismo o la guerra.
La Argentina tiene liberdad de credos, su Preámbulo Nacional lo expresa claramente, por consiguiente todos deben ser respetados, en ese contexto deben ser respetadas sus creencias de fe religiosa.
Ciudada Autónoma de Buenos Aires, 21 de setiembre de 2006
A través de los acontecimientos provocados por la organización "Quebracho," hacia un grupo de ciudadanos judíos quienes se didrigían civilmente a una protesta, que aquellos no le permitieron, como las declaraciones del Sr. D'Elía, creo que el Ejecutivo debería tener cierto cuidado y poner coto a situaciones similares en lo inmediato, para que esto no se extienda más allá.
Las pintadas en la Facultad de Filosofía antisemitas, también son estimables de preocupación, ya que se producen en un centro de estudios universitarios, y tiene un correlato mayor en las intenciones, por ser estas de individuos pensantes, que no pesan de ignorantes sin lectura, sobre lo que significa el antisemitismo.
También el Sr. Presidente de la Nación, ha pecado sin querer creo sinceramente, al referirse a este tema, por cuanto no se debe expresar que la Argentina no es racista, ya que se trata de ciudadanos argentinos, que profesan la religión judía.
En términos generales creo que todos debemos repasar nuestra tolerancia, pero por sobre todas las cosas reflexionar con sentido común a todo lo acontencido en nuestro país, con sendos atentados producidos a la Embajada de Israel como a la A.M.I.A. obra social judía.
Aquellos intolerantes deben tener que aplicarse en un estado de derecho que ellos mismos dicen defender, pero para ello primero deben respetar al otro que no piensa igual o no predica o cree en la misma religión. o es ateo etc.
Una nación democrática y por ende que vive en un estado de derecho, debe respetar la leyes vigentes emanadas de la Constitución Nacional y aquellas que pertenecen al ámbito de la justicia, y por sobre todo la libertad de expresión sin la metodología de la violencia, sino de la palabra bien expresada en cuanto a no ofensiva hacia el otro, ya que esa es la manera correcta de avanzar hacia un futuro de paz y progreso.
La violencia de los actos a que unos tratan de someter a los otros por pensar distinto, son los actos de la mediocridad, o peor aún de aquellos que siguen viviendo en la intolerancia del razonamiento, solamente son una minoría que es repudiada por la mayoría de los ciudadanos, quienes jamás cuentan con votos, más alla de una mínima minoría, y que la democracia le permite en libertad su pensamiento, pero que deben asumir que la violencia no es de ninguna manera bienvenida en un estado de derecho, por cuanto la libertad es la democracia del pensamiento de ideas filosóficas para el bienestar del futuro de un pueblo, no del terrorismo o la guerra.
La Argentina tiene liberdad de credos, su Preámbulo Nacional lo expresa claramente, por consiguiente todos deben ser respetados, en ese contexto deben ser respetadas sus creencias de fe religiosa.
Ciudada Autónoma de Buenos Aires, 21 de setiembre de 2006
11.9.06
VIOLACIÓN A LA CONSTITUCIÓN NACIONAL, UNA CONSTANTE PARA LOS JUBILADOS
Por: Mario Luis Pennella
El Gobierno proyecta dar un 13% de aumento a los jubilados, de acuerdo a lo que ordenó la Corte Suprema de Justicia, ya que el máximo tribunal, dispuso que se estableciera un verdadero mecanismo de "movilidad" de las jubilaciones, a los efectos de mantener una proporcionalidad con los salarios de quienes están en actividad, además de corregir el achatamiento en función de lo aportado por cada jubilado.
Nadie va desmentir lo justiciero en aumentar los salarios de los jubilados, pero de ninguna manera respeta lo ordenado por la Corte Suprema de Justicia.
El porcentaje podría haber sido cualquiera que se le hubiese ocurrido, pero este parece querer cubrir la inflación del año 2006.
La Constitución Nacional en su art. 14 bis y el fallo que dictó la Corte el 8 de Agosto último en el caso Badaro, hablan claro y concreto de "movilidad" de las jubilaciones.
La Corte, en ese fallo, recordó a que se refiere ese concepto cuando dijo: "no puede desconocerse el derecho de los beneficiarios a una subsistencia decorosa y acorde con la posición que tuvieron durante su vida laboral."
También agregó:" no puede olvidarse que los cambios en las condiciones de hechos producidos desde 2002 trajeron aparejados variaciones importantes en cualquiera de los indicadores que puedan utilizarse para analizar el mantenimiento o disminución en el nivel de vida del jubilado y que desde 2003 se consolidó un proceso de recuperación de las variables salariales, que no se reflejó en un contemporáneo reconocimiento para la totalidad de las prestaioens jubilatorias. Esto, por su carácter público, no necesita mayor demostración."
En otra parte expresa: "la "movilidad" de que se trata no es un reajuste´por inflación, sino que debe mantener una proporción razonable con los ingresos de los trabajadores"
Además, el incremento de 13% que el Gobierno califica como "mínimo garantizado" que el Poder Ejecutivo luego pueda elevar por decreto, es un porcentaje uniforme para todas las categorías de jubilados, algo que mantiene el vicio de los últimos años: el achatamiento de las escalas salariales.
La Corte en el fallo, dijo que fue un "achatamiento" de la escala de prestaciones y provoca que quienes contribuyeron a sus mayores ingresos se acerquen cada vez más al haber mínimo, un 13% mantendrá siempre ese vicio.
Nuevamente en un gobierno democrático se vuelve atentar contra los jubilados, reivindicando que en la Argentina seguirá siendo la jubilación una mera estafa.
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 11 de setiembre de 2006.
El Gobierno proyecta dar un 13% de aumento a los jubilados, de acuerdo a lo que ordenó la Corte Suprema de Justicia, ya que el máximo tribunal, dispuso que se estableciera un verdadero mecanismo de "movilidad" de las jubilaciones, a los efectos de mantener una proporcionalidad con los salarios de quienes están en actividad, además de corregir el achatamiento en función de lo aportado por cada jubilado.
Nadie va desmentir lo justiciero en aumentar los salarios de los jubilados, pero de ninguna manera respeta lo ordenado por la Corte Suprema de Justicia.
El porcentaje podría haber sido cualquiera que se le hubiese ocurrido, pero este parece querer cubrir la inflación del año 2006.
La Constitución Nacional en su art. 14 bis y el fallo que dictó la Corte el 8 de Agosto último en el caso Badaro, hablan claro y concreto de "movilidad" de las jubilaciones.
La Corte, en ese fallo, recordó a que se refiere ese concepto cuando dijo: "no puede desconocerse el derecho de los beneficiarios a una subsistencia decorosa y acorde con la posición que tuvieron durante su vida laboral."
También agregó:" no puede olvidarse que los cambios en las condiciones de hechos producidos desde 2002 trajeron aparejados variaciones importantes en cualquiera de los indicadores que puedan utilizarse para analizar el mantenimiento o disminución en el nivel de vida del jubilado y que desde 2003 se consolidó un proceso de recuperación de las variables salariales, que no se reflejó en un contemporáneo reconocimiento para la totalidad de las prestaioens jubilatorias. Esto, por su carácter público, no necesita mayor demostración."
En otra parte expresa: "la "movilidad" de que se trata no es un reajuste´por inflación, sino que debe mantener una proporción razonable con los ingresos de los trabajadores"
Además, el incremento de 13% que el Gobierno califica como "mínimo garantizado" que el Poder Ejecutivo luego pueda elevar por decreto, es un porcentaje uniforme para todas las categorías de jubilados, algo que mantiene el vicio de los últimos años: el achatamiento de las escalas salariales.
La Corte en el fallo, dijo que fue un "achatamiento" de la escala de prestaciones y provoca que quienes contribuyeron a sus mayores ingresos se acerquen cada vez más al haber mínimo, un 13% mantendrá siempre ese vicio.
Nuevamente en un gobierno democrático se vuelve atentar contra los jubilados, reivindicando que en la Argentina seguirá siendo la jubilación una mera estafa.
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 11 de setiembre de 2006.
5.9.06
EXTREMOS SIN CONCORDANCIA, QUE ASUMEN EL MISMO ARGUMENTO
Por: Mario Luis Pennella
Es a veces tan paradógico el pensamiento político de uno y otro extremo, que pareciera realmente un debate de sordos.
Si preguntamos a la derecha sobre la problemática más crucial de Argentina, diría que luego de la inseguridad, le sigue sin lugar a dudas la pobreza o mejor dicho la distribución no equitativa. Pues del lado de la izquierda es absolutamente concordante con este último aspecto, es decir equilibrar la distribución hacia un mejoramiento de la pobreza.
Y nada más sencillo que derrotar la pobreza a partir de una concertación sin egoísmos mezquinos y mucho menos corruptos, basándose en la educación, el trabajo etc.
Finlandia es un país que abordó la educación y apoyó inversiones en tecnologías, las cuales le dieron sus frutos, el cual pasó de una aldea agrícola a una potencia industrial en la actualidad.
La desigualdad es la principal causa de la pobreza, y fué la política de los 90, donde el amparo y el derrame de la política menemista-cavalista, y sus políticas ecónomicas, que no funcionaron en ninguna parte del mundo, ya que la desigualdad de la distribución, por el contrario empobreció aún más al pueblo.
Si se sigue con la continuidad de políticas económicas en ese sentido, seguiremos penando con pobrezas extremas y desalentadoras.
Si nos fijamos en otros países, los cuales por otra parte no tienen la riqueza geográfica y climática de Argentina, veremos que las diferencias son notables en cuanto a la distribución de las riquezas, Noruega es un ejemplo de lo que trato de exponer, esta nación entre el 10% más rico con el 10% más pobre tiene una brecha de 1,5 a 1, mientras que aquí en la Argentina esa brecha es de 36 veces más. Uno de lo problemas fué el haber desmantelado el estado, que por supuesto agravó la pobreza y por ende la situación social ante el desempleo, ya que no fuera previsto, como en políticas similares hicieron otros economistas en distintos países.
En la crisis, millones de personas de clase media pasaron a ser pobres, y esta clase fué la que más sintió el cimbronazo económico, ya que fué perdiendo notablemente su poder adquisitivo y hasta su patrimonio, al perder trabajo o peor aún sus ahorros.
Por último el estado ausente es también causal en que abre brechas para la desigualdad, y en ella pesa sobre los mas pobres y aquellos que viven de sus trabajos, produciendo un aumento en el porcentual de pobreza, y una brecha aún mayor entre ricos y pobres.
Por ende a saber, que hemos tenido una triste experiencia en los 90, acrecentada luego en la crisis del 2001, no podemos de ninguna manera seguir cometiendo errores en política económica, y es necesariamente imprescindible cambiar el rumbo de manera tal, que la distribución sea mucho más equitativa, lo que sin ninguna duda abrirá el camino del despegue de esta Argentina, que estaba para estar entre las potencias del mundo, y se manejó como un desprósito hacia la negación, pero creo firmemente que nos encontramos en un punto favorable para revertir esta situación, y pasar hacia el progreso sistemático de nuestro pueblo, el cual lo añora, lo necesita y es la esperanza más codiciada.
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 5 de setiembre de 2006
Es a veces tan paradógico el pensamiento político de uno y otro extremo, que pareciera realmente un debate de sordos.
Si preguntamos a la derecha sobre la problemática más crucial de Argentina, diría que luego de la inseguridad, le sigue sin lugar a dudas la pobreza o mejor dicho la distribución no equitativa. Pues del lado de la izquierda es absolutamente concordante con este último aspecto, es decir equilibrar la distribución hacia un mejoramiento de la pobreza.
Y nada más sencillo que derrotar la pobreza a partir de una concertación sin egoísmos mezquinos y mucho menos corruptos, basándose en la educación, el trabajo etc.
Finlandia es un país que abordó la educación y apoyó inversiones en tecnologías, las cuales le dieron sus frutos, el cual pasó de una aldea agrícola a una potencia industrial en la actualidad.
La desigualdad es la principal causa de la pobreza, y fué la política de los 90, donde el amparo y el derrame de la política menemista-cavalista, y sus políticas ecónomicas, que no funcionaron en ninguna parte del mundo, ya que la desigualdad de la distribución, por el contrario empobreció aún más al pueblo.
Si se sigue con la continuidad de políticas económicas en ese sentido, seguiremos penando con pobrezas extremas y desalentadoras.
Si nos fijamos en otros países, los cuales por otra parte no tienen la riqueza geográfica y climática de Argentina, veremos que las diferencias son notables en cuanto a la distribución de las riquezas, Noruega es un ejemplo de lo que trato de exponer, esta nación entre el 10% más rico con el 10% más pobre tiene una brecha de 1,5 a 1, mientras que aquí en la Argentina esa brecha es de 36 veces más. Uno de lo problemas fué el haber desmantelado el estado, que por supuesto agravó la pobreza y por ende la situación social ante el desempleo, ya que no fuera previsto, como en políticas similares hicieron otros economistas en distintos países.
En la crisis, millones de personas de clase media pasaron a ser pobres, y esta clase fué la que más sintió el cimbronazo económico, ya que fué perdiendo notablemente su poder adquisitivo y hasta su patrimonio, al perder trabajo o peor aún sus ahorros.
Por último el estado ausente es también causal en que abre brechas para la desigualdad, y en ella pesa sobre los mas pobres y aquellos que viven de sus trabajos, produciendo un aumento en el porcentual de pobreza, y una brecha aún mayor entre ricos y pobres.
Por ende a saber, que hemos tenido una triste experiencia en los 90, acrecentada luego en la crisis del 2001, no podemos de ninguna manera seguir cometiendo errores en política económica, y es necesariamente imprescindible cambiar el rumbo de manera tal, que la distribución sea mucho más equitativa, lo que sin ninguna duda abrirá el camino del despegue de esta Argentina, que estaba para estar entre las potencias del mundo, y se manejó como un desprósito hacia la negación, pero creo firmemente que nos encontramos en un punto favorable para revertir esta situación, y pasar hacia el progreso sistemático de nuestro pueblo, el cual lo añora, lo necesita y es la esperanza más codiciada.
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 5 de setiembre de 2006
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