CUANDO UN DEMÓCRATA SE VA . . .

CUANDO UN DEMÓCRATA SE VA . . .
Por: Mario Luis Pennella

La muerte de Raúl Ricardo Alfonsín, ha provocado el desborde del pueblo, quien la sabiduría ciudadana, sabe reconocer al hombre de la democracia, al luchador que desde su gobierno la impulsó y la acreditó en esta Argentina asolada por las revoluciones militares. Pero es también motivo para escuchar a quienes lo persiguieron políticamente y hoy sus palabras en muchos suenan tan vanas como falsas, lo que detentan en esta época la mendacidad con que se remiten a hacer política, aún cuando el demócrata ostentara de lo que ellos no tienen, no solo su carisma sino su pensamiento en la libertad de expresarse y el consabido debate.
Pero se ha ido principalmente un digno hombre, un luchador forjado en sus principios y en su ética como una estirpe del pensamiento libre, lo cual hace al político nada más ni nada menos vivir en la libertad del estado de derecho que engendra el poder de la democracia.
Adios Doctor Raúl Ricardo Alfonsín, su recuerdo será perecedero en la lides de quienes amamos la libertad y la inclusión de los desposeídos