16.8.07

CORRUPCIÓN POLÍTICA Y DÁDIVAS PARA LOS JUBILADOS

Por: Mario Luis Pennella

La justicia social depende del trabajo el cual dignifica como única y verdadera democracia bien entendida, pero en la Argentina de hoy, las dádivas son las eleocuentes soluciones demagógicas con que se maneja el gobierno, que a la postre reaviva el clientelismo con que se explaya en el poder y el continuismo instaurado en la sucesión familiar futura.

Con respecto al primer tema del trabajo, los trabajadores asumen mediante sus representantes gremialistas las remuneraciones que le son fijadas en conveniencias políticas y no sociales, y a los jubilados con las consabidas dádivas y la perniciosa, caprichosa e incomprensible insensibildad en que ajustan sus salarios, obviando anticonstitucionalmente el 82% móvil, ley esta refrendada por la Suprema Corte de Justicia, y esperando su debida sanción retroactiva como corresponde, "cajoneada" a la también conveniencia política, conveniencia esta que resulta de los estados de la macroeconomía, para tomar los dineros de los jubilados y no perjudicar a los políticos en los gastos excesivos de estos, y otros necesesarios manejos de dinero del patrimonio nacional, los cuales deben quedar para satisfacer ante el mundo globalizado, los cuales son tomados de los fondos de aquellos con menor poder de elección, por supuesto los jubilados.

En esta corruptela disciplinada se maneja el actual gobierno, aunque con errores que le han valido el perjuicio de valor moral, el cual se encuentra en este momento en su peor momento de corrupción, que lo convalida como los más corruptos de la historia contenporánea argentina, ya que la sucesión de hechos de incalificable tenor corrupto, han sobrepasado en poco más de un mes, toda una serie de entuertos oscuros, que la lenta justicia, hace que sigan su camino hacia un paisaje de impunidad mediante, a no ser por el latente trabajo del periodismo, que ha desafiado la soberbia con el coraje de la denuncia, y los miedos han pasado a ser el reflejo de un pueblo que quiere la verdad, ya que las mentiras han causado demasiado angustias, las cuales se han troncado en una defensa moral para el pueblo argentino, que desea de cualquier manera terminar con la blasfemia política que denigra al ciudadano honesto y lo excomulga como tal, por consiguiente es imprescindible que la política futura se exprese con democracia, no con mentiras, soberbias y corrupción.

La justicia social significa dignidad y esta significa trabajo, no dádivas ni prebendas, el esfuerzo de un pueblo quiere democracia no autocracia y acomodamientos a futuro, para seguir con la "rapiña" de esta nuestra Argentina, la cual ha sido y sigue siendo depredada en beneficio de unos pocos y en desmedro de muchos, hoy con más angustia de desiguales que aumentaron el calvario de la antidemocracia a 500.000 pobres más, esa es la verdadera injusticia de la desigualdad que soporta el pueblo con este gobierno que pretende seguir con esta, su política, desintegradora y antisocial.

Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 16 de agosto de 2007.

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