29.3.07

SIN PODERES INDEPENDIENTES

Por: Mario Luis Pennella

Luego de que el Sr. Presidente de la Nación, criticara el accionar de la Cámara de Casación, y además sus colaboradores más cercanos a él ajustaran mas profundamente sus críticas, lllegando a solicitarle lisa y llanamente el alejamiento de quien preside dicha Cámara, en cuanto entienden que las demoras en las causas que se tramitan llevan demoras considerables a su entender, aquellas causas que se debaten en los considerandos de los desaparecidos, se entiende que los poderes en la Argentina no son independientes, ya que se presiona y lesionan las figuras de quienes deben decidir en sentencias estas que se sustancian de vieja data y que además son de cuidadosos y medidos estudios, al fin de considerar fallos lo más cercanos a hacer justicia como corrresponde.

Pero aparte de lesionar el estado de derecho ante las presiones aludidas, violando justamente la independencia de poderes, se sigue impulsando de manera caprichosa este tema, que si bien es cierto de que el mismo existió y trajo dolorosas consecuencias es bien cierto también que hubo y hay otros actores de esta penosa historia, y que deben sustanciarse de igual modo, por cuanto sino será un nunca acabar y volver a recrudecer en rencores que se pueden obviar y no avivar como una llama de odios, los cuales no serán justificativo alguno para beneficio ni de sus actores, como mucho menos para el futuro de Argentina, poner en el banquillo de los acusados a unos y dejar de lado a otros, no sería tampoco una causa justa.

En consecuencia revolver este episodio triste de la Argentina, en momentos que vernos unidos como parte integral y verdadera de privilegiar la patria sobre los hombres, como lo dijera Perón, sería quizá sin ninguna duda, de mayor equilibrio hacia afianzar un futuro de esperanza.

Seguir motivando hacia atrás es continuar en un retroceso sin retorno, pero mucho más sino se contemplan todos los factores que han sido integrantes de la desgraciada historia vivida.

Como corolario digamos que la inseguridad reinante como la injusticia social, amerita una atención mucho mas efectiva que cualquier otro acontecimiento, ya que la criminalidad sigue siendo una preocupante amenaza pública. También en este sentido la asistencia social a la extensa masa desigual, necesita una inmediata solución a sus acuciantes problemas, los cuales algunos causan verguenza ajena, ya que en la riqueza productiva de alimentos de Argentina no puede existir el hambre.

Además sino no se ajustan los controles, veremos otros campos de inseguridad que ahondarán aún más este problema crucial en la sociedad.

Creo firmemente que tenemos el camino de esperanza asumido, pero se debe contemplar la independencia de poderes, lo cual hace justamente a una nación libre y soberana.

Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 29 de marzo de 2007.


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