2.3.06

AHUYENTANDO TURISTAS

Por: Mario Luis Pennella

Es inconcebible que algunos individuos en algunas provincias argentinas, no comprendan que la honestidad y la hospitalidad, son los verdaderos cimientos de la edificación del crecimiento turístico en aquellos lugares, que el turista gusta conocer, y del cual confía y tiene la mayor esperanza de que sea para él un regocijo para la admiración de los lugares de esparcimiento, como aquellos destinados a la gastronomía y los destinados a quienes ofrecen sus artesanías, para recuerdo del viajante turístico.
Debo comentar dos hechos que empañan el normal desenvolvimiento del mismo en dos aspectos, los cuales tienen características distintas pero que suscitan la misma incongruencia en cuanto en aceptar al turista, con la predisposición de que este se sienta confiable y bien recibido por aquellos que tienen la misión de atenderlos, en los comercios destinados a esa masa que en los determinados momentos del año, tratan de refugiarse en el descanso de sus vacaciones, deleitándose en los hermosos lugares de nuestra geografía turística. El primer caso a comentar son dos situaciones penosas que vemos en la provincia de Tucumán, una es la reventa indiscriminada e indiferente por parte de quienes expenden los boletos para la visita a la histórica casa de Tucumán donde se debatió y consagró nuestra Independencia en 1816, hablo de indiferencia por parte de quien expende el ticket de entrada, por cuanto al observar que el mismo es recogido nuevamente y vuelto a vender, y al hacerle notar el robo que realiza, este se muestra indiferente como si tal cosa, o como si por el contrario es correcto lo que hace. Otro instante también de pillaje al turista, sucede en Tafí del Valle, donde en un restaurante de aquella zona, se cobran precios de lugares de alto nivel adquisitivo, siendo por el contrario lugares comunes, y donde usan la siguiente metodología, cuando uno concluye su almuerzo y pide la cuenta, esta es sumamente elevada, y cuando uno le exige la factura el mozo le pide que aguarde y cuando por fin viene a la mesa, este le manifiesta que se le han acabado los talonarios de facturación, entonces si protesta le descuentan el IVA (Impuesto al Valor Agregado) de lo contrario paga una excesiva suma por la consumición efectuada siendo despojado vilmente con esta argucia, a desembolsar una suma impropia, cara y con el consabido malestar del aprovechamiento de estos inescrupulosos comerciantes.
El otro hecho es e que se registra en la provincia de Jujuy, donde los artesanos ni siquiera le permiten observar en mano los artículos que ofrecen a la venta, y muestran una total desaprensión hacia el visitante, a quienes pareciera que en vez de ofrecerles la hospitalidad y el buen trato, para que vuelvan o comenten a otros para que visiten esas bellezas naturales, por el contrario tratarían de que las mismas no fueran visitadas.
Creemos que si bien el turismo es una fuente de riqueza para la nación, no es menos recomendable a las autoridades de esas provincias a que hagan un control sobre las aptitudes de algunos ciudadanos, que comercian o tratan de hacerlo, para que la realidad que presentan sea aquella hospitalidad y confiabilidad que todos los argentinos deseamos, para beneficio del país y de todos aquellos turistas de otras nacionalidades que visitan nuestra hermosa naturaleza enquistada en Argentina y que enorgullece a todos nosotros que valoramos estas benditas hermosuras que nos ha brindado la madre naturaleza.

No hay comentarios.: