Por: Mario Luis Pennella
La Patria hoy cumple sus merecidos 200 años, pero lejos estamos en algunas cosas, para el logro de lo que hubiésemos deseados muchos argentinos en este día de gloria para nuestra historia.
Los momentos de aquel 1810, marcaron a un hombre solitario en la memoria no continuada, pero si de gran valor con lo poco conocido que realizara en aquella epopeya y que marcara el apodo del Alma de la Revolución de Mayo, ese grande se llamó Mariano Moreno.
No sigo escribiendo sobre la historia, por cuanto creo que todos sabemos en mas y en menos sobre lo que fuera ese dignísimo 1810 para todos nosotros al ingresar en esa maravillosa gesta.
Lo que sí es otra historia es nuestro el presente, y que lejos está de consolidarse como aquella en una unión nacional, fraternal y de júbilo para introducirnos en el futuro que anhelamos, cuando seguimos propiciando justamente lo contrario, sacudiéndonos en políticas esquivas e improcedentes por parte del oficialismo y sectores opositores confrontando, en reyertas estúpidas y renegando del patriotismo por encima de las disputas y de las ideologías, nada de ello conforma la salud de la patria en estos 200 años, sino por el contrario la enferma a pesar del fervor del pueblo todo, el cual si se ha mezclado como ejemplo de argentinidad, tanto en el Teatro Colón como en los Tedeum, o en la Avenida 9 de Julio, o en cualquier lugar de la patria donde los actos tenían la referencia del Bicentenario esperado.
El pueblo argentino muestra su patriotismo amén de las circunstancias de una realidad adversa a los principios de la justicia social, hoy todavía lamentablemente ignorada, pero en él renace la esperanza, esa que nos hace ilucionar en el júbilo del acontecimiento, que vemos o al menos tratamos de visualizar a otra Argentina, con progreso, con paz, con seguridad, trabajo, educación y justicia social para todos los hombres y mujeres de buena voluntad que habitamos este bendito suelo.
Viva entonces esta celebración para que nos dé el punta pie inicial de ese futuro, para que otra vez Argentina crezca en el mundo, para el mundo y para todos nosotros que en ella vivimos con esa anhelada y ponderada esperanza.
EN EL DÍA DEL BICENTENARIO 25 de Mayo 1810 - 2010
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