Por: Mario Luis Pennella
Entramos en una etapa final acerca de la estatización de los fondos jubilatorios, en donde ya tiene dictamen favorable, a los efectos de darle otra media sanción que el ex presidente le ha encomendado al gobierno de su esposa, la Dra. Cristina Kirchner, y que puntillosamente no aceptan correcciones, para que brille el impacto de "ganamos" como si fuera un encuentro deportivo, razón de imbecilidad política que conlleva a más problemas que soluciones.
Cuando el gobierno, el cual piensa que con esos fondos destinados y aportados por trabajadores, lo destinará abruptamente a la obra pública y que esta traerá dividendos mas amplios para aquellos que reciben jubilación, o caerá en la caja del A.N.S.E.S. como una garantía de aumentos salariales a futuro, nos cuesta pensar que así sea, por cuanto a pesar que el señor ministro Dr. Tomada ha dicho reiteradamente, mientras exponía en la Cámara de Senadores de la Nación, que se cumpliría a rajatabla con el art.14 bis de la Constitución de la Nación Argentina, nos produce muchas dudas, por cuanto con la votación del 82% móvil se aprueba un método matemático ajeno a ese principio, e inimaginable de justicia social al respecto, y vayamos por parte, el art.14 bis de referencia expresa claramente en todo sentido igual trabajo igual remuneración, 82% para el jubilado del salario que en la actualidad ejerce el empleado activo en ese cargo.
Nada de esto se ha aplicado sino una disparatada e incomprensible forma de presentar un proyecto en benficio de los ex trabajadores hoy jubilados.
Más aún en esta oportunidad en que los fondos de las jubilaciones, pasarán al desarmar las A.F.J.P. e introducir los fondos en el A.N.S.E.S. a los efectos de que este administre con discrecionalidad los mismos, ya que existe una tramposa cláusula de superpoderes, en que el jefe de gabinete puede manejar los fondos a discreción, no queda ninguna duda cual es el apresuramiento del gobierno, en esta delicada y transcedental cuestión. Lo que llama la atención, como el socialismo se adviene a este saqueo, pueden ser que individuos de buena voluntad sean engañados o seducidos por la falacia que envuelve este entuerto, y que habría que tomarse un tiempo más que ampliatorio en un debate a fondo, con cláusulas inexcusables y firmes para que estos fondos se empleen en exclusivo para los aumentos de los jubilados a efectos de una dignidad, que en 25 años de democracia, la llamada clase pasiva no ha encontrado y que siempre se ha optado en servirce de esos fondos para destinos hasta desgraciados, como aumentos a otros entes que nada han tenido que ver con la justicia social.
Además estamos viendo como la crisis mundial ha pegado de lleno al país mas poderoso del mundo, la recesión comienza a tocar naciones europeas poderosas, y aquí nosotros en que el año venidero tendremos grandes vencimientos de nuestra deuda, esperamos que este gobierno mitigue sus errores con estos fondos, los cuales de nada servirán al propósito, en vista de los desaciertos económicos que están provocando, habiendo perdido una millonada de dólares ante la situación ventajosa que teníamos tiempo atrás, negándole al campo desempeñarse con inteligencia y privándole de exportar sus productos a buen precio con ingreso de divisas genuinas a la nación, no fortaleciendo a la industria nacional, no tomando medidas de austeridad y tratando de satisfacer mas a los salarios, corriegiendo dos causales antieconómicas como los subsidios y el clientelismo.
Ver a Buenos Aires da espanto, viajando en tren hacia Retiro, viendo un hábitat poblacional de pobreza que día a día se extiende, pero no es Buenos Aires solo, sino toda la nación Argentina, la inseguridad que aumenta sistemáticamente, con dolorosos crímenes en donde los asesinatos son factores diarios, de la irritable sociedad delincuencial sin precedentes que se tiene, sin miras de una acción que determine un punto de inflexión de alivio para la población.
El aliciente es la Corte Suprema de Justicia, la cual está componiendo con sus causales en sentencias la administración de la justicia social que los políticos del gobierno y quienes los acompañan, han hecho de su inacción un toque a la injusticia social, y al agravamiento de ella, por ende la población debe tener en cuenta cuando le toque emitir el voto, que aún pobres la dignidad de su destino lo defiendan con mas dignidad aún.
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 13 de noviembre de 2008.
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