Por: Mario Luis Pennella
Seguimos en un total desacierto de cuestiones políticas que este gobierno desata a cada instante de los tiempos que corren, es así que parecería que su valor político en la estrategia que lleva es la contradicción, una contradicción constante contra todo aquello que evolucionaría hacia un progresismo, el cual paradojamente dice sostener.
En este momento de crisis mundial, donde previamente observó a los EEUU la Sra. Presidente, cuasi obvió a la Argentina calificándola que el efecto jazz abarcaría al territorio norteamericano y por el contrario a nuestra nación, sin embargo el tangazo llegó, y hoy a pesar de otra paradoja donde aduce que aumentó el trabajo, por otro lado vemos que la industria automotriz despidió a 1000 obreros, amén de los despidos en otras empresas, donde a las claras se obeserva que la crisis a penetrado en nuestro territorio con fuerza, también vemos como se dispara el dólar y es aguantado por el Banco Central descapitalizando el superavit del patrimonio con la venta de la divisa de los EEUU.
Por otra lado la crítica situacion de la inseguridad supera ya a los habitantes en sus demandas y en ese aspecto no conciertan medidas sino por el contrario toman la posición que fuera y es la tónica que ejerce el ex presidente Néstor Kirchner, confrontación, medida esta que señala un grado de soberbia y no de decisión saludable para posicionar el problema en su justo punto, por una lado la posición grantista de jueces, por el otro el equívoco de no inclusión y del constante avance de la indigencia, donde la marginación está a la vista de todos quienes habitamos este suelo, y es una realidad que no se discute, pero tampoco se aproximan a ejercer con todo derecho un estudio de esa población, donde se encuantran pobres que trabajan en lo que pueden, cartoneros, y delincuentes que hacen de las suyas dentro de ese mismo hábitat, pero lo peor aún es la drogadicción impuesta por un narcotráfico, que ha ingresado a la Argentina de la peor manera, ya con asesinatos de sicarios puesto a disposición del flagelo, y tomando posiciones en este descontrol político, como una amenaza creciente en la inseguridad instaurada.
Un censo que es una omisión de gobierno, haría al menos una evaluación lícita de la población y en ella , se podrían tomar medidas drásticas donde la inclusión social sería el primer medio de un emprendimiento de justicia social, haciendo y buscando los lugares de la Argentina que los hay por doquier, y ubicar a estos haciendo el gasto público de la construcción de barrios con comodidades indispensables y con escuelas para la educación de esos chicos, abandonados al libre albedrío de sus destinos de horror y desesperanza. Donde también la actividad privada podría hacer un aporte patriótico al proyecto.
Pero lamentablemente para ello hay que despojarse del sentido autocrático que tiene este gobierno y abrirse hacia el pueblo todo y principalmente buscando en la oposición el díálogo de un debate inteligente y altruísta, no con declamaciones y mentiras, no siguiendo con esta falacia política de "arreglos" donde priman los apetitos particulares sobre los verdaderos valores de la democracia, en servir a su pueblo a la Argentina su nación.
Vemos ante los despilfarros que ocaciona la corrupción política, el clienbtelismo, los subsidios a la ineficacia y la inacción en la política de inclusión y justicia social no declamatoria sino de acción, tomar para el futuro en esta problemática mundial de crisis por lo más fácil, como lo hicieran desde antaño otros políticos, los dineros de la otra parte débil, justamente los ancianos, los jubilados, los pensionados, sin que tengan el mínimo sentimiento, ni respondan a lo que está escrito en la Cosntitución de la Nación Argentina, ni respetar a las sentencias emanadas por elmáximo tribunal, la Corte Suprema de Justicia, sino que usan los artilugios políticos para saquear los fondos y buscan la aprobación de individuos que flaquean en sus principios y los denigran, lo cual les pesará en el mañana como la puñalada artera que le han clavado a los jubilados y pensionados, quienes vienen desajustados en valores explícitamente detallados en fallos, que el supremo tribunal expusiera con claridad en sus sentencias, y no aplicados por el poder, quien se resiste como una muestra aberrante de maldad hacia el hoy anciano, donde con criterios mordaces hemos visto como luchadores y luchadoras, una ejemplificada como la Sra. Norma Plá, no pudieran ver igual que tantos realizado su sueño de justicia social, esa instancia que ha llegado a este momento crítico es la pura realidad de los pasivos de la República Argentina, donde sus salarios de miserias no llegan siquiera para satisfacer sus alimentos, una verdadera verguenza, que está fuera de toda norma democrática, en cualquier gobierno constitucional que se ajuste a derecho, los cuales los viola en la más miserable acción que se pueda admitir, los niños y los ancianos son los más débiles, si estos no tienen la mínima justicia, nunca ningún político que se precie de demócrata podrá hacer alusión a ello, por cuanto es un traidor al concepto.
La democracia comienza en el principio de la educación para todos y el bienestar de los ancianos, cuando a estos se los olvida la democracia es como lo dijera el Dr. Soler "Es una campana sin badajo"
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 8 de noviembre de 2008.
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