7.1.13

EL DICTADOR

Los antecedentes personales.

Casi se podría establecer como una ley de la historia que los dictadores y tiranos caen sobre los pueblos en sus horas de más graves conmociones y crisis.

El desorden institucional, la guerra civil, la amenaza exterior, la miseria colectiva, la corrupción social, pueden en determinantes circunstancias la aparición de un “hombre fuerte” que, con poderes más o menos absolutos, domine a un país durante un largo período de su vida.

Lo inexplicable, lo monstruoso, es que se establezca una dictadura en tiempos de paz y de prosperidad, sin causas inmediatas que la justifiquen ni antecedentes valederos que la hagan prever.

Será que vuelva a suceder nuevamente en estos años que se avecinan, cuando el autoritarismo se está expresando sin tapujos, desde el Ejecutivo, con medidas y discursos altisonantes contra el Poder Judicial.

La Argentina está sintiendo estas conmociones que realmente ponen una alarma en el pueblo todo, a sabiendas que la inseguridad, la inflación son flagelos que apoyan sentimientos adversos en la vida cotidiana de una pobreza con once millones de pobres.

Esperemos que la cordura ponga los paños fríos, pero más aún, soluciones que deben regirse con una autenticidad de tomar la conducción de la nación con una gestión de gobierno, que hoy no se ejerce con la probidad consecuente que lo  necesita urgente.

Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 7 de enero de 2013.

No hay comentarios.: