Por: Mario Luis Pennella
Se aproxima el acto eleccionario del dìa 28 de octubre de 2007, en que el pueblo argentino elegirà a su nuevo presidente de la naciòn, para ello la ciudadanìa toda deberà a ultranza cuidar el comicio.
Dadas las circunstancias acontecidas en las provincias de Còrdoba y Chaco, en que el supuesto fraude a rondado en ambas y que ya las polìticas de polìticos honorables no son tales, sino que tambièn avasallan la moral ciudadana con sus cometidos llenos de incertidumbres.
Es tambièn que en las elecciones presidenciales ronde el supuesto fraude eleccionario, ya que a prima facie el gobierno nacional ha respondido negativamente, a los pedidos de los opositores al gobierno de que el mismo tenga veedores internacionales.
Supone el gobierno que a travès del advenimiento de la democracia y sus sucesivas elecciones han transcurrido en un marco sin fraudes por medio, pero si bien es cierto, que no ha habido cierta alevosìa de pensar extremadamente asì, muy por el contrario siempre ha sido y estado pendiente el sabor a fraude, por cuanto la metodologìa moderna del voto electrònico nunca este gobierno quiso, a pesar de su afirmaciòn de emplazarlo y hacerlo realidad, es por ello que el mètodo clientelista que ejerce su mandato sigue siendo factor de riesgo, para una elecciòn sin contratiempos dudosos, principalemente en su màs extensa poblaciòn de votantes que es la provincia de Buenos Aires, y donde mas propicia es la aseveraciòn de que en ella este fraude podrìa ocurrir, de no estar vigilada y fiscalizada atentamente y profundamente.
Por otra parte se sabe que la candidata del gobierno la senadora Cristina Fernàndez de Kirchner, no lleva una ventaja la cual obviarìa el ballottage, ya que los nùmeros si bien cercanos no posibles, y en cuanto a una futura segunda vuelta imposible que gane las elecciones, ya que el vuelco a un candidato o candidata opositora serìa el comùn denominador de la masa votante.
Lo imprescindible en estas elecciones es la fundamental atenciòn del pueblo de ejercer a fondo su sentido democràtico de libertad, cuidando sensiblemente y con patriotismo su voto en todos los lugares en que se ejerza el acto eleccionario.
La poblaciòn toda debe reflexionar con criterios pensantes y comprender mas que nunca en ser ciudadanos que ejercen ciudadanìa soberana.
Ciudad Autònoma de Buenos Aires, 20 de septiembre de 2007.
10.9.07
ENTRE EL FRAUDE Y LA DEMOCRACIA
Por: Mario Luis Pennella
La Argentina se debate entre el fraude y la democracia.
Luego de los acontecimientos en las elecciones de Córdoba para gobernador, donde el supuesto fraude ronda inexorablemente, y llega a extenderse en las próximas elecciones presidenciales, nos debemos preguntar si seguiremos debatiéndonos los argentinos entre fraude o democracia, bien es sabido que habiendo existido un supuesto fraude se rompe la democracia, más aún luego de los muchos actos de corrupción que se han registrado últimamente, los cuales han tenido ya prensa como para seguir exponiéndolos, nos encontramos sumidos en la reflexión de que debemos como nunca cumplir a rajatabla con el mandato ciudadano de cuidar el proceso eleccionario, a los efectos que si bien hemos visto en la no gestión de este gobierno vislumbrar una seudo democracia, acostumbrado a su hegemónica manera de contrarrestar los errores y tapar la corrupción existente, es muy apropiado ahora por parte de la ciudadanía de cuidar que no peligre ante el fraude eleccionario en las presidenciales romper con la democracia, la cual haría estallar un nuevo caos y un nuevo retroceso en la composición política argentina, la cual ya en el oficialismo se encuentra desvirtuada, dado los acontecimientos de mentiras y corrupción existentes, con la supuesta aún profunda situación en Córdoba del fraude mediante, y por el otro lado la situación de las elecciones de Santa Fé que dieron una clara muestra de altruísmo cívico.
Si bien era sabido que el resultado de dicha elección le era desfavorable, por consiguiente, la intención de cambiar la variable del voto cuasi era imposible.
Muchos han sido los hechos lamentables políticos que han demandado al gobierno situaciones de corrupción, en seguidillas que han salido a la palestra pública, y los cuales han sido causal notoria de actos de indigna honestidad, que han llevado la tendencia de la mayoría de la población, a ver la falta de transparencia en el gobierno, y que ante un fraude llegaría a peligrar el valor democrático de la política en la Argentina.
Es indudable que el poder a veces rinde el culto corrupción mediante de tratar de eternizarse en el poder mismo, transformándose luego en dictaduras que hacen retroceder al extremo la democracia de una nación.
Es indudable que la Argentina de estos momentos está pasando por un momento crítico económico social y de valores morales políticos, lo cual medita ver claramente el panorama futuro a seguir, ya que la inseguridad, la no inclusión de los desiguales, las mentiras, los actos de corrupción salientes al estrado de la difusión periodística y la falta de justicia social, tocan lo más profundo en la vida humana de la población, cuando el extremo de todo esto llega hasta el hambre de nuestros hermanos en la provincia del Chaco, en esta Argentina de la industria de los alimentos, que genera los mismos para 300 millones de seres humanos, verguenza ajena de política equívocas, que miran otros objetivos que no son precisamente los de justicia social.
El 28 de octubre será un día de reflexión y de ciudadanía, lo cual debe ser el acto noble de elegir pensando.
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 10 de septiembre de 2007.
La Argentina se debate entre el fraude y la democracia.
Luego de los acontecimientos en las elecciones de Córdoba para gobernador, donde el supuesto fraude ronda inexorablemente, y llega a extenderse en las próximas elecciones presidenciales, nos debemos preguntar si seguiremos debatiéndonos los argentinos entre fraude o democracia, bien es sabido que habiendo existido un supuesto fraude se rompe la democracia, más aún luego de los muchos actos de corrupción que se han registrado últimamente, los cuales han tenido ya prensa como para seguir exponiéndolos, nos encontramos sumidos en la reflexión de que debemos como nunca cumplir a rajatabla con el mandato ciudadano de cuidar el proceso eleccionario, a los efectos que si bien hemos visto en la no gestión de este gobierno vislumbrar una seudo democracia, acostumbrado a su hegemónica manera de contrarrestar los errores y tapar la corrupción existente, es muy apropiado ahora por parte de la ciudadanía de cuidar que no peligre ante el fraude eleccionario en las presidenciales romper con la democracia, la cual haría estallar un nuevo caos y un nuevo retroceso en la composición política argentina, la cual ya en el oficialismo se encuentra desvirtuada, dado los acontecimientos de mentiras y corrupción existentes, con la supuesta aún profunda situación en Córdoba del fraude mediante, y por el otro lado la situación de las elecciones de Santa Fé que dieron una clara muestra de altruísmo cívico.
Si bien era sabido que el resultado de dicha elección le era desfavorable, por consiguiente, la intención de cambiar la variable del voto cuasi era imposible.
Muchos han sido los hechos lamentables políticos que han demandado al gobierno situaciones de corrupción, en seguidillas que han salido a la palestra pública, y los cuales han sido causal notoria de actos de indigna honestidad, que han llevado la tendencia de la mayoría de la población, a ver la falta de transparencia en el gobierno, y que ante un fraude llegaría a peligrar el valor democrático de la política en la Argentina.
Es indudable que el poder a veces rinde el culto corrupción mediante de tratar de eternizarse en el poder mismo, transformándose luego en dictaduras que hacen retroceder al extremo la democracia de una nación.
Es indudable que la Argentina de estos momentos está pasando por un momento crítico económico social y de valores morales políticos, lo cual medita ver claramente el panorama futuro a seguir, ya que la inseguridad, la no inclusión de los desiguales, las mentiras, los actos de corrupción salientes al estrado de la difusión periodística y la falta de justicia social, tocan lo más profundo en la vida humana de la población, cuando el extremo de todo esto llega hasta el hambre de nuestros hermanos en la provincia del Chaco, en esta Argentina de la industria de los alimentos, que genera los mismos para 300 millones de seres humanos, verguenza ajena de política equívocas, que miran otros objetivos que no son precisamente los de justicia social.
El 28 de octubre será un día de reflexión y de ciudadanía, lo cual debe ser el acto noble de elegir pensando.
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 10 de septiembre de 2007.
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