Por: Mario Luis Pennella
En la fecha 22 de abril de 2008, han quedado empatanadas las deliberaciones que venía haciendo el Gobierno Nacional y las distintas asociaciones del campo.
Cuando se muestran reuniones que son más políticas que técnicas a los efectos de concretar soluciones, vemos que lógicamente las cosas no van por el camino indicado, por lo tanto se ve estéril llegar a feliz término.
El Gobierno Nacional no ha dejado por un solo momento de presionar y llegar hasta un cúlmine, en el efecto puntual y agresivo del señor Moreno, quien pareciera que su costumbre de amedrentar es sinónimo de arreglar, y por supuesto muy equivocado está, las cuestiones deben concientizarse en base a estudios técnicos pero también con el debido respeto que se merece, no solo por las personas que están actuando en este debate, sino en beneficio de un pueblo, que anhela futuro y no desaliento y una omnipresencia de gobierno que lo decide, lo hace y lo quiere determinar de una manera sola, es decir "con su verdad", para ello el campo no se viene reuniendo en absoluto, sino para que medien las pautas convenientes que a la postre signifiquen un progreso, no para la cuestión en si sino para un pueblo el cual vive en la desigualdad mas grande que los 90, ya que con más trabajo que en esa época, la pobreza crece, y la amplitud entre ricos y pobres también, sistemáticamente con este proceso de un gobierno que no tiene gestión, y que por el contrario expone un patrimonio nacional de más de 50.000 millones de dólares, y una redistribución sin ninguna pauta de equidad, por cuanto por lo expresado más arriba lo dice todo.
En cuanto al patrimonio nacional el mismo es fruto del ingreso de divisas genuinas que entran de acuerdo a la industria agropecuaria que tiene esta nación, y que no se redistribuye en una coparticipación que aliente a las distintas provincias sus mejoras, como expresan por ejemplo claramente quienes en la provincia de Córdoba dicen,el gobierno piensa en un tren bala, y esta no tiene cloacas.
Ejemplos provinciales de coparticipación como este hay muchos, y a propósito es hora que los gobernantes de ellas reclamen los que deben reclamar,si es que estamos gobernados por un gobierno federal.
Es así que además de estar peleando el campo durante cuatro largos años sobre los distintos cambios que ha venido necesitando y habiendo sido sostén en los momentos duros de la Argentina, hoy estamos empatanados, perdiendo la oportunidad más grande de pasar hacia un futuro de grandeza impensado, ya que este mundo globalizado necesita especialmente de esta Argentina agraria.
Quizá aunque obviamente con bastante negatividad si siguen las cosas de esta manera, pero con la esperanza de un proceder patriótico, el pueblo todo espera la solución de este conflicto que encierra cuestiones dictatoriales por sobre cuestiones de lógica y grandeza.
Ciudad Autónoma de Buenos Aires,22 de abril de 2008.
22.4.08
21.4.08
LA LIBERTAD DE PRENSA
Por: Mario Luis Pennella
Es realmente inaudito que el gobierno no haya tomado real valía de la libertad de prensa,esta no es afín al periodismo o al periodista o al mismo editor,sino única y exclusivamente para todos aquellos que consumen la misma, y por cierto que quienes la consumen (pueblo) no se le puede cercenar la acción de la lectura de lo que quiere leer, si estoocurre la democracia temblaría de ser considerada auténtica, y sería ya menos de una cuasi democracia, para que el gobierno elegido se transformara en un gobierno dictatorial,el cual privaría a su pueblo de la libertad de leer lo que quisiera.
Por ello cuando se expresa y se quiere presionar a quienes escriben, con voluntad hasta incidiosamente irresponsable, al punto de amenaza, esta libertad que tiene el pueblo es coartada, y en ese preciso momento la democracia deja de ser tal, y pasa a ser liderada por un gobierno dictatorial que no quiere debatir discensos, sino cuestiones afines a sus intereses, los cuales son fundamentales a su gobierno y no para el pueblo, el cual es privado de verdades que se leen en períodicos independientes, los cuales dicen lo que sienten y otros mas independientes dicen lo que siente el mismo pueblo.
Siempre el pueblo habla de la realidad en que vive, no en los recuerdos del pasado, sino asumiendo el presente en la realidad del futuro que nos deparará nuestro destino real, ese que en boca de los desiguales está cansado de las falsas promesas de la justicia social, esa misma justicia social ausente desde mucho tiempo ya,en la vida democrática de la Argentina.
Hoy vemos en la prensa escrita, radial o televisiva, expresiones que tocan los Derechos Humanos, lamentables ya que solo recuerdan diariamente y a cada momento los hechos de un pasado, pero por la mitad, pero esos mismos Derechos Humanos no ven otros del presente que están en la palestra de la desigualdad, como tampoco se ven los padeceres de los niños desamparados o hambrientos, o aquellos indigentes abandonados a su destino de crueldad inhumana etc.
Es hora entonces que comencemos a ver la realidad, esa realidad que se trata de ocultar o ignorar por omisión u olvido, de cualquier forma tiene la voz de los sedientos de justicia social que claman y no los escuchan, por cuanto el poder es mas importante hoy en la Argentina, que lo humano, si no es así es porque no miran más allá del jardín de sus casas, pero si caminamos por distintos caminos y lugares veremos esta triste realidad.
La prensa debe tener la libertad absoluta para ver lo que no quieren ver o no pueden ver, y esta expresarla sin temor ni sentir cansancio de expresarla hasta el fin de dirimir en la justicia social el contenido que se pide y exige, por cuanto es el Derecho Humano mas contundente que hoy le falta a una población de pobres, que lamentablemente pese a la bonanza de la macroeconomía no tiene pista en los aeropuertos de la pobreza, y esta cada día avala la distancia más amplia entre pobres y ricos.
Es también lamentable que en los 90 hablando también de un pasado, con el desempleo de su política económica, había menos pobres que hoy con trabajo.
La redistribución debe comenzar a tener la equidad que mansille la deshumanidad de los desiguales, y se comience a sentir la paz en los hogares de los pobres.
Hablar de negar la libertad de prensa es negar libertades al pueblo, sería aún más drástica la vida de los desiguales, si aún se les privara la lectura de lo que quieran leer.
Los fundamentos de la democracia consisten en igualdades de todos los ciudadanos conforme a las leyes pre-establecidas en la Constitución de la Nación Argentina.
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 22 de abril de 2008.
Es realmente inaudito que el gobierno no haya tomado real valía de la libertad de prensa,esta no es afín al periodismo o al periodista o al mismo editor,sino única y exclusivamente para todos aquellos que consumen la misma, y por cierto que quienes la consumen (pueblo) no se le puede cercenar la acción de la lectura de lo que quiere leer, si estoocurre la democracia temblaría de ser considerada auténtica, y sería ya menos de una cuasi democracia, para que el gobierno elegido se transformara en un gobierno dictatorial,el cual privaría a su pueblo de la libertad de leer lo que quisiera.
Por ello cuando se expresa y se quiere presionar a quienes escriben, con voluntad hasta incidiosamente irresponsable, al punto de amenaza, esta libertad que tiene el pueblo es coartada, y en ese preciso momento la democracia deja de ser tal, y pasa a ser liderada por un gobierno dictatorial que no quiere debatir discensos, sino cuestiones afines a sus intereses, los cuales son fundamentales a su gobierno y no para el pueblo, el cual es privado de verdades que se leen en períodicos independientes, los cuales dicen lo que sienten y otros mas independientes dicen lo que siente el mismo pueblo.
Siempre el pueblo habla de la realidad en que vive, no en los recuerdos del pasado, sino asumiendo el presente en la realidad del futuro que nos deparará nuestro destino real, ese que en boca de los desiguales está cansado de las falsas promesas de la justicia social, esa misma justicia social ausente desde mucho tiempo ya,en la vida democrática de la Argentina.
Hoy vemos en la prensa escrita, radial o televisiva, expresiones que tocan los Derechos Humanos, lamentables ya que solo recuerdan diariamente y a cada momento los hechos de un pasado, pero por la mitad, pero esos mismos Derechos Humanos no ven otros del presente que están en la palestra de la desigualdad, como tampoco se ven los padeceres de los niños desamparados o hambrientos, o aquellos indigentes abandonados a su destino de crueldad inhumana etc.
Es hora entonces que comencemos a ver la realidad, esa realidad que se trata de ocultar o ignorar por omisión u olvido, de cualquier forma tiene la voz de los sedientos de justicia social que claman y no los escuchan, por cuanto el poder es mas importante hoy en la Argentina, que lo humano, si no es así es porque no miran más allá del jardín de sus casas, pero si caminamos por distintos caminos y lugares veremos esta triste realidad.
La prensa debe tener la libertad absoluta para ver lo que no quieren ver o no pueden ver, y esta expresarla sin temor ni sentir cansancio de expresarla hasta el fin de dirimir en la justicia social el contenido que se pide y exige, por cuanto es el Derecho Humano mas contundente que hoy le falta a una población de pobres, que lamentablemente pese a la bonanza de la macroeconomía no tiene pista en los aeropuertos de la pobreza, y esta cada día avala la distancia más amplia entre pobres y ricos.
Es también lamentable que en los 90 hablando también de un pasado, con el desempleo de su política económica, había menos pobres que hoy con trabajo.
La redistribución debe comenzar a tener la equidad que mansille la deshumanidad de los desiguales, y se comience a sentir la paz en los hogares de los pobres.
Hablar de negar la libertad de prensa es negar libertades al pueblo, sería aún más drástica la vida de los desiguales, si aún se les privara la lectura de lo que quieran leer.
Los fundamentos de la democracia consisten en igualdades de todos los ciudadanos conforme a las leyes pre-establecidas en la Constitución de la Nación Argentina.
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 22 de abril de 2008.
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