25.5.16

Por: Mario Luis Pennella


      LA IGLESIA Y LA POLÍTICA Y EL PAPA

  Voy a comenzar por el principio, la Iglesia, el Papa, nada tienen que  hacer hablando sobre política, no le concierne de  igual manera que a los políticos se  metan en la iglesia con opiniones, las cuales  ambas de igual manera están en lados distintos de discusión.

El papa se ha metido en defensa la de la ex presidente Cristina Fernández de Kirchner, como una amiga aliada a sus principios, lo cual significa una singular actitud repudiable con respecto al proceder del papa respecto del señor presidente de la nación Mauricio Macri, donde se tomó excesivamente el tiempo para recibirlo y saludarlo.

Sucesivamente a demostrado  su displicencia hacia este gobierno. alentando posiciones en que los delincuentes del gobierno anterior como la señora Milagros Sala, integrantes acusados de corrupción, la señora Bonafini etc etc etc. son recibidos en Roma sin reparos.

Ahora bien si quiere hablar de política y lo que pasa en el gobierno del presidente Macri, comience por el principio, el cual se refiere al gobierno anterior de como dejó el país, de manera tal que su corrupción déspota y traidora, quemó hasta los últimos dólares del Banco Central, como así también los dineros para pagar los sueldos y los aguinaldos de  la pcia. de Buenos Aires, etc.

La nación Argentina hasta los días de hoy viene peleando esta causa de corrupción con quienes en las distintas cárceles se definen los enfrentamientos de los delitos .perpetrados en la corrupción por la ex presidente de la nación él señor Báez y los distintos individuos que contaban dineros de moneda extranjera en la llamada "rosadita"

Toda esta acción hoy en los distintos pisos de la justicia se están resolviendo no con  la prontitud querida pero si al sometimiento de las respectivas leyes de las correspondientes causales.

Volviendo a la iglesia y al señor papa esperamos que comience a significar que los compromisos del señor presidente de la Nación Argentina, son leales y sinceros a la nación, y que los asuntos enumerados en el  comienzo de este editorial son la verdadera sintomatología del estado en que la Argentina se debate, siendo la lógica transición que los ciudadanos están padeciendo en la patología heredada de una política enferma de poder y corrupción apátrida.


Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 25 de mayo de 2016.