17.1.10

PODER O PATRIA

Por: Mario Luis Pennella

El gobierno de la Nación Argentina se ha quitado la máscara ante el pueblo, y ahora nos explicamos todos, los acontencimientos acontecidos con el Banco Central.
Se han dilucidado los problemas, del porqué de tocar las reservas, y además el apuro del Decreto de Necesidad y Urgencia, el cual no tiene necesidad ni urgencia, por lo menos para el pueblo.
El verdadero apuro y toda la especulación llevada a cabo, ha sido nada más y nada menos para el continuismo de una política reglada en el poder y no en el patriotismo.

Estas reglas del gobierno se refieren solamente a defender a ultranza con los dineros de la nación el poder y el total despropósito de no ser austeros, sino por el contrario gastar en los bienes que convenga a la política kirchnerista,no subestimando gastos para la presidencia y manteniendo a toda marcha con los compromisos que asume en subsidios, los que fomentan a su vez la incipiente pobreza al pueblo, el cual es engañado con estos; con los ferrocarriles, los microómnibus, el fútbol y toda clase de atributos los cuales no tributan sino que los mismos funcionan en correlato con la función política determinada; donde los benficiarios justamente no son la clase trabajadora, sino empresarios inescrupulosos y otros acólitos que denigran la política argentina.

Es este momento crucial para la nación, y este preciso momento donde se deben tomar medidas regidas con la corrupción y puestas al servicio de la patria y del pueblo, el cual en más de 26 años de democracia viene sufriendo la corrupción política, dando muestras de la pésima estima que se le tiene al ciudadano, y donde por el contrario se le hace pagar los gastos que originan sus malos propósitos políticos y nunca ofrecen los logros democráticos que lleven un nivel moral que ameriten futuro cierto, salud, trabajo, respeto, seguridad etc.

La Argentina está en el mas bajo nivel de la historia, arrasado por las mentiras política y la sistemática pobreza en todos los aspectos, y escuchando la mendaces pruebas que sustentan los discursos de una cruel falacia que asiste esta forma de gobierno, llena de incapacidad y corrrupción.

Ciudad Autónoma de Buenos Aires; 17 de enbero de 2010.

12.1.10

GOBIERNO O AUTARQUÍA

Por: Mario Luis Pennella

Tomado de un editorial del diario "La Nación"

Desde el comienzo de la gestión kirchnerista se han proclamado las presuntas bondades de un modelo económico que se definía como inédito: el llamado modelo K. Hoy está claro que el desafío a la ciencia económica universal que ese modelo significó un fracaso.


La pobreza creció entre nosotros; los flujos de inversión se alejaron; el sector más dinámico de nuestra economía, el agropecuario, ha quedado lastimado por obra del capricho y de los resentimientos; las oportunidades que nos brindaron las circunstancias de un mundo con un auténtico vendaval que soplaba a nuestro favor fueron desaprovechadas; el gasto público se ha desbocado y, peor aún, la confianza ha desaparecido de nuestros mercados.

Pero hay también un segundo modelo K, mucho más peligroso aún, que no se predicó, sino que se construyó desde el silencio. Es más audaz que el primero, de declamado contenido económico. Se trata del modelo de naturaleza política que se nos procura imponer.

Hasta no hace mucho se nos quiso imponer desde la acción solapada o el disimulo. A partir de la rebelión del campo, desde el descaro, el abuso de poder y la provocación. Por esto la necesidad de infundir el miedo para poder deformar la democracia. Para alterarla en su esencia, para usar palabras de la propia Carta Democrática Interamericana. O para subvertirla socavando las libertades ciudadanas esenciales, hasta el punto de que hoy se pretende igualar el disenso con la conspiración para así suprimirlo.

Se proclama que apartarse del discurso único es destituyente. Pocas concepciones existen con perfiles más totalitarios que ésta. Hay ciertamente raíces ideológicas que la alimentan, por todos conocidas.

Este segundo modelo, el político, es precisamente el que la gente rechazó en las urnas el 28 de junio pasado con un portazo que el oficialismo ha decidido ignorar. Porque la gente intuyó que supone no sólo una manera de gobernar concentrando el poder, sino un proyecto a largo plazo.

Los principales mecanismos constitucionales que garantizan el control de los actos de gobierno y la defensa de los derechos y libertades cívicas han sido deformados mañosamente, cuando no ignorados. Lo sucedido con las presiones a los jueces independientes así lo comprueba. El modo de actuar de los dependientes, también.

Este modelo político se edifica sobre la indiferencia grosera hacia lo que dispone la ley, que simplemente se deja de lado si limita la acción que se pretende. Y ha pervertido los principios básicos de las conductas éticas como pocas veces hasta ahora.

El Gobierno ha venido actuando en el plano nacional tal como lo hicieron sus principales actores durante su gestión en la provincia de Santa Cruz. Esto es, como si no hubiera otro límite que su propia voluntad o su irrefrenable ambición de poder. Por eso concibe la democracia apenas como un cheque absolutamente en blanco y a su favor. No hay, en su particular concepción de la democracia, debate alguno posible, tan sólo un monólogo.
Por eso se empeña en demoler lo que incomoda. Y se asegura impunidad. Por eso el abuso de poder como sistema. Por eso predica e impone de mil maneras la lealtad a los hombres, por encima de la lealtad a la Constitución. Por eso exige adulación y sumisión total.

Para todo eso, precisamente, ha demolido el sistema de equilibrios y contrapesos entre los poderes del Estado previsto en nuestro esquema republicano. Por eso el empeño en reescribir la historia a su manera, torcida y para justificar lo injustificable.

Precisamente por todas estas gravísimas razones resulta necesario recordar que la libertad se construye siempre entre todos, con las conductas de los hombres y mujeres y la acción de las instituciones. Que la igualdad debe defenderse de quienes autoritariamente pretenden definir sus términos, a su propio gusto y paladar. Y que, respecto de la pobreza, la fraternidad no se prueba con discursos o peroratas, sino con resultados, que hoy no existen. El momento se presenta particularmente difícil para la salud de la República.

MLP

Este editorial plantea y dice una realidad de los acontecimientos que marchan en estos precisos momentos sobre la difícil situación, creada por un gobierno que no tiene otra forma de hacer política, confrontando contra todo y contra todos aquellos que no congenian en algunas medidas que pretende; y cuando estas mismas pretenciones son tan peligrosas que ponen en riesgo la macroeconomía y la economía de la Argentina, intenta desvirtuar su falta de ética el conocimiento como deben intaurarse los procedimientos y tiempos legales,desconiéndolos y alterando el orden nacional, pero asimismo también, pone en evidencia su dictatorial soberbia, la cual permite visualizar sus enojos a la insensibilidad manifiesta de que le importa un bledo la nación, y los ciudadanos que viven en ella, como si la misma nación fuera patrimonio suyo, teniendo los acólitos e imbéciles que responden a estas circunstancias desgraciadas para la Argentina y su pueblo apoyando y apoyados en la decadente falacia de su gobierno.
La triste verdad que significa esta realidad es que los argentinos estamos ya hasta rodeados de otra terrible inseguridad, es decir la institucionalidad; de parte del gobierno es hasta incierta ya que sus golpes cada vez mas elocuentes, son bombas las cuales tienen el residual de su objetivo potencial del kirchnerismo LA CONFRONTACIÓN, LAS MENTIRAS ESPURIAS y sobre todo la especulación de comprometer todo a favor de que quienes son opositores o simples discordantes ciudadanos, son conspiradores a ultranza.
La inseguridad jurídica a que quiere someter este gobierno a la Argentina ya tiene su punto cúlmine al no acceder a la sentencia de la Corte Suprema de Justicia en restituir al procurador de la pcia. de Santa Cruz, habiendo hasta el momento hacer caso omiso a la resolución de la Corte.
Amén de todo esto no podemos obviar lo que ha sucedido con la entrega del patrimonio de la patria, lo que significa ya el grado de traición, violando la Constitución de la Nación Argentina, habiendo procedido a ceder a empresas extranjeras y multinacionales YPF; YCF; y ya ahora las MINERÍAS;haciendo notar que esta explotación a cargo de los canadienses, han sido beneficiados con el veto a la protección de los glaciares cordilleranos, cuando el Congreso de la Nación votó en forma cuasi unánime a favor de la conservación de dichos glaciares.
La Argentina se ha transformado en estos últimos años en un tembladeral anticonstitucional institucional, habiendo perdido exportación agrícola ganadera; habiendo perdido credibilidad mundial como nación y estar prácticamente flagelada en una inseguridad social alarmante, consolidando una inmensa pobreza que no tiene desperdicio de impiedad e inmoralidad.
Es notorio el deterioro que padecemos los argentinos que solo basta con mirarnos a la cara cuando caminamos por cualquier parte de las ciudades, o escuchamos comentarios al respecto de nuestra convivencia en esta realidad,y solo estamos esperando algo de respeto moral político, el cual cada día y cada momento que pasa pareciera tan incierto de suceder, que nos amerita solamente pensar en nuestro propio positivismo de quienes vivemos en familia y con amigos y asu vez podemos apechugar, para poder comer el pan diario de cada día, si pergeniar un futuro para nuestros hijos, nuestros nietos y la sociedad toda.

Ciudad Autónoma de Buenos Aires,12 de enero de 2010.

4.1.10

SOBRE UNA ENTREVISTA

Por: Mario Luis Pennella


Qué pasa en la sociedad judicial? ¿Acaso, el Dr. Zaffaroni con todos su libros a cuestas, leídos y escritos; piensa en que quienes no concuerdan son inmutables en sus conceptos de percepción del delito, y mientras tanto el mismo pareciera que es inmutable en tanto y en cuanto ante la diyuntiva de los Dres. Soler y Nuñez, abarca a Nuñez y no a Soler, sobre el delito sexual, cuando debe definir abuso o violación. El Dr. Soler tenía ayer razón y hoy se ractifica aún con mayor fuerza esa razón de concepto jurídico, pero claro el "garantismo" es la parte que no admitía el Dr. Soler en el delito, por consiguiente siempre la definición entre blanco y negro era una u otra, nunca gris.

El Dr. Zaffaroni debería seguir siendo académico y debatir con sus pares del mundo si quiere, pero no por ello tener inteligencia significa que está en el lado justo de la justicia, ya que sus apreciaciones son cuestionables y no inmutables, sino que en leyes y aplicación de ellas hay que obrar con la humanidad del sentido común adecuado, no con la arbitraiedad de la objetividad como se ve una aún extricta escrita ley, la cual fija necesariamente una correccíon definitiva de interpretación para que la misma sea justa, ante esta eventualidad debería estar presente el sentido común del individuo sano, mucho mas cuando esta ley va a sellar la suerte futura de una criatura, abusada y penetrada con el dedo u otro objeto y no con el pene, y a esto debe considerarse abuso y no violación.

Es también difícil de interpretar cuando opina sobre drogas, y creo que estas sean cuales fueran, todas absolutamente son perjudiciales al punto de que las mismas, motivan muertes por consumo y peor aún cuando el narcotráfico se hace presente en una nación, principalmente de consumo, como hoy para desgracia de nuestro país es la Argentina.

Si puedo estar de acuerdo sobre el mercado de la delincuencia y también sobre la corrupta política que se viene ejerciendo en estos últimos años, donde se ha dado paso a la más deplorable pobreza de los argentinos, y ante ello el envilecimiento de los mas pobres e indigentes, quienes han sido llevados a este calamitoso estado aún siendo pertenecientes a algún tipo de "clientelismo vil" que perdura a través de políticas que denigran el estado de derecho.
Creo que la Suprema Corte de Justicia debería tomar el toro pór las astas en cuanto y en tanto tenga en sus manos la consolidación de una justicia justa para los niños y para los ancianos, los primeros desprotegidos y olvidados en las calles y en las villas de toda la nación, los segundos a la espera de percibir la dignidad de un salario, que le permita tener una sana y digna vejez.

Ciudad Autónoma de Buenos Aires; 4 de Enero de 2010 AÑO DEL BICENTENARIO